Vivimos confundidos buscando verdades desde nuestros mundos
subjetivos. Y lo que para unos es amor para otros es amistad, para otros
rutina, para otros sexo, para otros dolor, para otros nada… y lo será, lo será
todo en cada cabeza y cada momento. Y sobre todo será soledad. Eso es lo que
nos queda, sabernos dentro de nosotros mismos después de habernos compartido
con alguien. Barrer los pedazos de las personas a las que un día comprendimos,
echarlas fuera y reconocernos. Quizás vacíos, pero no es cierto. Es un
reencuentro con un viejo amigo, alguien a quien hemos odiado, de quien nos
hemos cansado y a quién finalmente hemos terminado aceptando, al fin y al cabo
es quién mejor ríe nuestros chistes. Simplemente soledad, tan auténtica y pura como
la verdad.